Conseguí olvidarte desterrándote a una habitación recóndita en mi memoria, que no acostumbraba a visitar con frecuencia.
Después de tanto tiempo, consigues romper el candado, apareciendo de nuevo.
Ya casi había olvidado tu cercanía, y la luz que desprendías.
A veces resulta precioso poder regresar al pasado, aunque solamente sea durante un segundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario