Alejados ya, separados para siempre y convertidos en un simple recuerdo el uno para el otro, hoy veo con claridad que si nos hubieran dado una cuerda irrompible, ni tú ni yo hubiésemos querido jugar con ella.
miércoles, 20 de junio de 2007
TIRA y ALFOJA
Jugábamos a tirar cada uno de nuestro lado de la cuerda, tensándola cada vez más. Algunas veces me arrastrabas hasta ti, otras te llevaba yo a mi terreno. Y así estuvimos bastante tiempo hasta que, por fin, la cuerda se rompió y ambos lloramos, no por la cuerda rota, sino por no poder seguir jugando a tensarla cada uno desde su perspectiva.
Alejados ya, separados para siempre y convertidos en un simple recuerdo el uno para el otro, hoy veo con claridad que si nos hubieran dado una cuerda irrompible, ni tú ni yo hubiésemos querido jugar con ella.
Alejados ya, separados para siempre y convertidos en un simple recuerdo el uno para el otro, hoy veo con claridad que si nos hubieran dado una cuerda irrompible, ni tú ni yo hubiésemos querido jugar con ella.
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